Al igual que con todos los animales de compañía, es importantísimo hacer una correcta prevención de enfermedades en los conejos domésticos. Aparte de las recomendaciones generales para mantener la salud (buena alimentación, castración, higiene…) hay una serie de medidas específicas de medicina preventiva aplicables en conejos.

La primera norma, que no debe faltar nunca, es una estrecha supervisión a las andanzas de tu conejo. Vigila que no roa cables eléctricos, que no coma plantas ornamentales tóxicas, que no se suba a sitios peligrosos, y en definitiva, que no haga travesuras que pongan en riesgo su salud.

Es muy recomendable chequear frecuentemente el peso de tu conejo. Esto puedes hacerlo en casa, con una báscula de cocina corriente que distinga hasta los gramos.

Cualquier variación brusca de peso, o pérdidas pequeñas pero constantes, pueden significar la existencia de una enfermedad que no manifieste ningún otro síntoma. Así, si tu conejo pierde peso es muy importante que acudas a tu veterinario.

Otras exploraciones básicas que puedes realizar en casa son la palpación del vientre (que debe estar lleno, pero no hinchado) y la observación de los incisivos (que deben tener un corte recto y estar bien juntos). Cualquier anomalía en estos dos puntos debería ser revisada por un veterinario, ya que pueden ser significativas de problemas de salud importantes.

Es muy recomendable que tu conejo se exponga con frecuencia a la luz natural del sol, ya que de ello depende la densidad de sus huesos y la calidad de su dentición. Paseos por la calle, salidas supervisadas al parque, acceso libre a la terraza. todo ello puede brindarle la necesaria ración diaria de rayos UV. ¡Ojo! Siempre tiene que tener disponible abundante agua y una zona para refugiarse a la sombra si hace demasiado sol. Recuerda que los conejos son muy sensibles al calor.

Otro consejo: Como a lo largo de la vida de tu conejo es muy probable que termines necesitando darle medicinas, es muy buena idea que desde jovencito lo acostumbres a aceptar tomas de líquido de una jeringuilla, dándole de vez en cuando zumos o potitos de frutas de sabor agradable. Esto te facilitará mucho la futura labor de administrarle jarabes a tu conejo.

Varias veces al año, es una buena idea llevar a tu conejo a su veterinario para hacerle un reconocimiento general donde observen a fondo su estado físico, pelaje, dentición, patas, orejas, etc, se le ausculte y palpe con detenimiento, se observen sus heces, y se aproveche para realizar los tratamientos que sean necesarios.

También es buena idea aprovechar cualquier otra consulta veterinaria, para que se le haga un control general.

Aunque el contacto con el exterior suele ser reducido, es muy recomendable hacer una desparasitación externa e interna adecuada. Como el abanico de parásitos que pueden afectar a un conejo es amplio, suele ser conveniente hacer sesiones de desparasitación entre dos y cuatro veces al año para poder ir alternando los diferentes tratamientos antiparasitarios. Sin embargo, en conejos que salgan a menudo a la calle, o en aquellos que convivan con animales que salen constantemente al exterior (básicamente perros), la desparasitación externa debería ampliarse en función de las condiciones ambientales.

En cuanto a las vacunas, existen varias de gran importancia, debido a las frecuentes enfermedades infecciosas que afectan a los conejos.

En primer lugar, es muy importante vacunar a tu conejo todos los años con una vacuna polivalente contra mixomatosis enfermedad vírica hemorrágica. Ambas son enfermedades gravísimas, que se contagian por contacto indirecto (la tierra de los zapatos, el polvo de la ropa, por medio de insectos…). En Galicia tienen una incidencia muy notable. Causan muchas muertes de conejos al año, por lo que es imprescindible que las prevengas adecuadamente. El primer año que vacunes a tu conejo, puede ser necesaria una dosis doble de vacuna.

En los últimos años ha aparecido un nuevo virus, variante del de la enfermedad vírica hemorrágica, que se ha extendido rápidamente por toda la Península Ibérica. Se han desarrollado vacunas contra él, que deben administrarse semestralmente, separadas de la vacuna polivalente.

Además, existe un preparado preventivo contra la diarrea amarilla (enterotoxemia, diarrea bacteriana muy agresiva, muchas veces mortal), que se administra semestralmente. En Galicia es una enfermedad común debido a nuestra climatología. Es recomendable administrarla a todos los conejos, pero especialmente a aquellos que salen al exterior y que comen pastos frescos.

Para poder planificar y organizar adecuadamente todas las rutinas recomendadas de medicina preventiva, lo ideal es programar visitas trimestrales a tu veterinario, en las que se haga la desparasitación y la vacunación adecuada en cada momento.