La reproducción es un aspecto muy a tener en cuenta en los conejos. Aunque en general son animales dóciles y sociables, las conductas reproductivas pueden llegar a ser problemáticas en la convivencia con ellos, sobre todo si tienes más de un conejo.

A partir de los 4 o 5 meses los conejos son sexualmente maduros y podrán empezar a mostrar conductas inadecuadas. Es posible que comiencen a pelearse, a desarrollar defensa territorial, a hacer marcaje con orina y a volverse más “difíciles”. Los machos pueden dedicarse a montar objetos o tus piernas. Las hembras, con cada celo, podrían construir un nido arrancándose pelo de su pecho, y defendiéndolo con fiereza. En ambos sexos, pueden comenzar a aparecer tumores y otras enfermedades reproductivas, especialmente en las hembras, que tienen un alto riesgo de cáncer de útero.

Para prevenir estos problemas, y también las camadas no deseadas (en el caso de que convivan machos y hembras), es enormemente recomendable que te plantees la esterilización de tu conejo. Esto es especialmente importante si vas a mantener a más de uno en tu hogar, dado que dos conejos del mismo sexo podrán tener fuertes peleas de forma constante, y dos conejos de diferente sexo criarán continuamente. Como ya dijimos, los conejos castrados no marcan con orina, y tienden a ir a su bandeja para hacer sus necesidades.

El momento adecuado para castrar a un conejo es entre los 4 y los 6 meses de vida. Es una intervención que se hace de forma rutinaria, y por lo tanto tiene muy bajo riesgo. Tiene unas excelentes repercusiones sobre la calidad de vida de tu conejo: fomenta su salud, aumenta su esperanza de vida, mejora su comportamiento y facilita la convivencia.