Un tema muy importante a tener en cuenta para el futuro de tu mascota es el aspecto reproductivo. Existen muchísimos mitos falsos acerca de la reproducción en gatos, y en base a estos mitos, se realizan actos que son negativos para la salud de tu mascota e incluso para el conjunto de la sociedad.

Mitos y verdades:

Como primer punto de importancia, destacamos que la sexualidad en gatos no tiene nada que ver con la sexualidad en humanos, y no podemos extrapolar los condicionantes biológicos, sociales, personales y morales de la sexualidad humana a nuestro amigo de cuatro patas. Para tu mascota, la reproducción es un proceso biológico más, que incluso puede ser incómodo o estresante, y que no siempre le proporciona un placer o una felicidad destacables.

La edad fértil en gatos comienza entre los 6 y los 9 meses aproximadamente. En algunas razas de gran tamaño puede llegar más tarde, o en ocasiones no nos damos cuenta hasta unos meses después de que ha sucedido. El primer celo de tu gatita puede ser tan leve que pase desapercibido, por lo que debes estar vigilante aunque no notes ningún síntoma raro: ella podría quedar preñada a partir de las edades que comentamos.

En todo caso, debes preguntarte seriamente si deseas que tu animal se reproduzca. Esta decisión debe ser meditada y comprometida, ya que eres responsable de los gatitos que vengan, sean muchos o pocos, de raza o mestizos.

Existe el mito de que las gatas deben criar por lo menos una vez en su vida. Esto es totalmente falso, y por culpa de esta afirmación vienen al mundo innumerables camadas no deseadas, que son abandonadas o sacrificadas sin compasión. Si deseas criar, que sea por decisión tuya, y no por “obligación”.

También se dice que tanto gatos como gatas deben tener el celo para desarrollarse adecuadamente, y que si no lo tienen, crecerán menos, serán más débiles, menos inteligentes y menos despiertos. De nuevo, esto es falso. De hecho, la castración evita muchos problemas de salud y de comportamiento, sin influir en el desarrollo del animal. Está demostrado que los gatos castrados viven de promedio unos dos años más que los no castrados.

Otra cosa que puedes escuchar es que después de castrado, tu gato va a engordar. Es cierto que después de castrado, tu animal va a gastar menos energía, pero si la castración se hace en el momento adecuado, y la alimentación posterior se adapta a su nuevo estado, ningún animal tiene por que engordar en exceso.

Si después de tratar el tema en casa tomas la decisión de criar, acude a nosotros para ser asesorado en profundidad sobre la mejor forma de hacerlo. Si por el contrario tienes claro que no quieres tener descendencia, lo recomendable en este caso es la castración temprana, antes de la edad reproductiva. Si tienes dudas, puedes hacernos todas las preguntas que desees para ayudarte a tomar una decisión definitiva. Estaremos encantados de asesorarte.

Machos:

A partir de la pubertad, si tu mascota es macho, comenzará a modificar sus comportamientos, a marcar con pequeñas cantidades de orina por la casa y a maullar excesivamente. Su orina adquirirá un olor muy fuerte. También tendrá tendencia a escaparse por varios días, o volverse agresivo. Si sale, aumentará notablemente el riesgo de que contraiga enfermedades contagiosas.

Más a largo plazo, desde la pubertad todo gato macho comienza a ser susceptible de padecer tumores y otras afecciones de testículos y otros órganos relacionados. Cuanta más edad tenga el gato, más probabilidades hay de que padezca estas afecciones, que están originadas en la actividad hormonal masculina.

Por todos estos motivos, es muy recomendable la castración antes de la pubertad. Se trata de una sencilla cirugía, que hacemos de forma ambulatoria con sedación, y que evita en su totalidad estos problemas. Si la castración se hace más tarde, cuando el gato ya es adulto, siempre puede ayudar a solucionar alguno de los eventuales problemas que puedan surgir, pero no siempre será 100% efectiva.

Otros métodos quirúrgicos, como la vasectomía, controlan las camadas no deseadas, pero no influyen en absoluto sobre ninguno de los otros problemas que pueden aparecer, por lo que se deben recomendar sólo en casos puntuales. Hembras:

Si por el contrario tienes una gatita, en torno a los 6-9 meses tendrá su primer celo. Verás cambios de comportamiento y nerviosismo, posturas de “seducción” y maullidos nocturnos. Puede quedar preñada si no tenemos cuidado, ya que estará más incontrolable y podrá escaparse para buscar un macho. En estas escapadas hay un alto riesgo de que contraiga enfermedades contagiosas. Las gatas tienen varios celos seguidos en dos o tres tandas anuales, generalmente cerca de la primavera y el otoño. Como sólo ovulan si son montadas, la situación a veces se prolonga hasta acabar con nuestros nervios. Se puede inducir la ovulación mecánicamente, pero no es una costumbre recomendable, ya que puede provocar alteraciones reproductivas, así como traumatismos e infecciones vaginales.

Con cada celo, aumentan las probabilidades de que aparezcan problemas o embarazos no deseados. A largo plazo, los riesgos son grandes, ya que un cierto porcentaje de gatas no castradas desarrollan tumores de mama, que suelen ser altamente malignos. También existen otros riesgos serios, como los quistes de ovario y de útero, la piómetra (infección de útero), problemas de comportamiento crónicos…

Por todo esto, en hembras es extremadamente recomendable la castración antes de la pubertad. Se trata de una cirugía abdominal, con anestesia general, que hacemos de forma rutinaria. Con ella evitamos una enorme cantidad de enfermedades y problemas a nuestra gatita. Si la castración se hace en edades más avanzadas, puede ser de mucha ayuda para varios de estos problemas, pero no para todos.

Otros métodos anticonceptivos, como la ligadura de trompas, son poco recomendables, ya que aunque evitan los embarazos no deseados, pueden fomentar la aparición de todas estas patologías antes mencionadas.

Control hormonal:

Si dudas antes de castrar, existe la opción de iniciar un tratamiento hormonal que controle temporalmente la capacidad reproductiva de tu mascota. ¡Cuidado! Es posible que alguien te recomiende algún tratamiento aparentemente sencillo e inofensivo (unas pastillas, un jarabe…), pero todos ellos pueden acarrear consecuencias si no se usan adecuadamente. Consúltanos las diferentes opciones que hay tanto para machos como para hembras, ya que algunos de los productos más empleados tienen graves efectos secundarios, y se están retirando del mercado. Por ello, y en todos los casos, es importantísimo que el control hormonal se haga bajo nuestra supervisión, y siguiendo al pie de la letra las indicaciones que te hagamos.

Interrupción de la gestación:

Aunque tomes precauciones, los accidentes suceden. Puede ser que tu gatita haya entrado en celo antes de lo previsto, o que se te haya escapado durante el rato suficiente para encontrarse con un macho. En cualquier caso, debes saber que existen métodos para interrumpir las gestaciones no deseadas, incluso aunque hayan pasado algunas semanas desde el imprevisto. Todos ellos deben ser supervisados por nosotros, ya que tienen ciertos riesgos.

Gestación deseada:

También es posible que tomes la decisión de que tu mascota tenga descendencia. Cuando esto se hace de forma sensata y responsable, es una experiencia maravillosa, que suele ser positiva para la relación con nuestro amigo de cuatro patas, y muy educativa para los niños de la casa. Es muy recomendable que si decides criar con tu mascota, antes te asesores en profundidad con nosotros.

Debes elegir con cuidado a la pareja de tu mascota. Asegúrate de que está al día de vacunas y desparasitaciones, para evitar el contagio de enfermedades. Es recomendable que pasen algunos días juntos durante las fases de celo de la hembra.

La gestación en gatas dura aproximadamente dos meses y dos días. Hay una serie de pautas de alimentación, vacunación y desparasitación que son muy recomendables durante el embarazo para tener una camada sana y fuerte. Consúltanos para que supervisemos el embarazo. Siempre se recomienda hacer una ecografía en la tercera semana, para confirmar la preñez y descartar otros problemas, así como una radiografía en los últimos días de la gestación (no tiene ninguna contraindicación cuando se hace a estas edades) para confirmar el número de cachorros y estar preparados el día del parto. El parto puede ser dificultoso, así que debes tenernos avisados por si fuera necesario.

Tras nacer, los cachorros mamarán durante 3 o 4 semanas, edad a la que puedes empezar a alimentarlos con pienso, y debes traérnoslos para comenzar sus pautas de medicina preventiva. Ten en cuenta que las madres pueden ser extremadamente protectoras con sus gatitos, llegando a ser agresivas. La edad de formación de apegos va desde las dos semanas a los dos meses. Con un mes y medio ya se han socializado y puedes entregarlos a sus futuras familias, para que tengan la oportunidad de formar un vínculo afectivo con su nuevo amigo.